sábado, 18 de abril de 2009

FISICA CUANTICA


Con ella, la ciencia física ingreso sin proponérselo a este campo que tradicionalmente había sido terreno religioso llamado "mundo espiritual".

A través de un experimento realizado por científicos, con un acelerador de partículas atómicas se pudo comprobar que los electrones que giran en órbitas alrededor del núcleo de un átomo, solo se materializan cuando la conciencia humana los visualiza desde su vehículo tridimensional o cuerpo físico.

La física cuántica ha demostrado en sus intentos por comprender las leyes que rigen el mundo de las partículas subatómicas que el observador de la materia, es decir la conciencia humana, altera el mundo subatómico cuando este es observado por el hombre.

Esto nos ha llevado a muchísimas conclusiones científicas, morales y espirituales.

En otras palabras, la física cuántica ha demostrado que somos co-creadores del universo junto con Dios, que si vemos un árbol en vez de un cúmulo de moléculas en acción es porque la conciencia humana le concede a la manifestación física del árbol las características particulares que le permiten ser visible.

Y ahora sí, cuando recordamos ese antiguo Coan Zen que nos pregunta:

"Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie presente, ¿este hace ruido?".

Desde el punto de vista de la ciencia física newtoniana la respuesta era si, por supuesto que hace ruido, por que los sonidos son ondas que se generan como resultado del choque de la materia con la materia, pero desde el punto de vista cuántico científico espiritual la respuesta es otra.

El árbol no hace ruido a menos que una conciencia lo configure de esta manera, en ausencia de una conciencia, las partículas que componen el árbol así como las partículas con las que choca simplemente reaccionan de maneras impredecibles y no generan sonidos por que las partículas subatómicas no son ni partículas ni ondas. Son ambas cosas al mismo tiempo.

A la luz de estos descubrimientos muchas cosas que tradicionalmente han sido clasificadas como espirituales toman un sentido científico.

La plegaria, la afirmación metafísica, la oración científica, la meditación y la visualización creativa son funciones elevadas de la conciencia humana, y estas funciones interactúan con la realidad de manera específica en el mundo cuántico que es la matriz del mundo material, ya que es aquí donde la energía se convierte en materia.

En el preciso instante en que pensamos "estoy contento", un mensajero químico traduce nuestras emociones, todas las células de nuestro cuerpo entienden nuestro deseo de felicidad y se suman a él.

El hecho de que podamos hablar instantáneamente con cincuenta mil billones de células en su propio lenguaje resulta tan inexplicable como el momento en que la naturaleza creó el primer fotón a partir del espacio vacío.

Las moléculas mensajeras son la expresión material más fina de la inteligencia que puede producir el cerebro.

La física cuántica nació del afán por explicar estas regiones de apariencia paradójica que se hallan en los bordes del espacio tiempo.

En la antigua Grecia el filósofo Demócrito fue el primero en proponer que el mundo material se compone de diminutas partículas invisibles que él bautizó como átomos, que quiere decir "no divisible".

Cuando Platón escuchó esta teoría planteó una objeción que pronostica, con escalofriante claridad, la física cuántica.

Según el argumento de Platón, si pensamos que un átomo es una cosa, entonces debe ocupar alguna cantidad de espacio y por tanto puede cortarse en dos, para ocupar un espacio aún menor.

Nada que pueda partirse en dos podrá ser el elemento más pequeño del mundo material.

Mediante este argumento impecable Platón demolió la posibilidad de que los ladrillos básicos de la naturaleza sean partículas sólidas, no sólo el átomo, sino el protón, el electrón y el quark.

Según Platón el mundo surge a partir de formas perfectas invisibles, similares a los cuerpos geométricos.

Nadie puede decir con certeza de qué está hecho un quark, pero, decididamente, no es un pedazo de materia sólida, sus elementos constitutivos pueden bien ser simples vibraciones con posibilidad de convertirse en materia y, en consecuencia, serán más pequeños que lo pequeño.

Para ser como el cuanto, el cuerpo no necesita lanzar sus moléculas a otra dimensión, basta que aprenda a re agruparlas bajo nuevos patrones químicos.

Son estos patrones los que saltan de la inexistencia a la existencia.

Como todas las células del cuerpo residen dentro del campo de la inteligencia, cada una de ellas se alinea con el cerebro, que representa el polo norte magnético.

Una célula es como una pequeña protuberancia en el campo, mientras que el cerebro es una gigantesca protuberancia.

Sin embargo, cuando la célula le "habla" al resto del cuerpo no resulta inferior al cerebro en cuanto a la calidad de lo que dice.

Al igual que éste, debe correlacionar su mensaje con otros miles de billones, tiene que participar en miles de intercambios químicos cada segundo y, lo que es más importante, su ADN es exactamente igual al de cualquier neurona.

En consecuencia, el más diminuto de los impulsos de la inteligencia es tan inteligente como el mayor de ellos.

Cada célula es un pequeño ser vivo, "sabe" todo lo que sabemos, a su manera.

El campo silencioso de la inteligencia es nuestra realidad fundamental.

Si tenemos actitudes positivas respecto de nosotros mismos, como parte de una terapia planeada, obtendremos, como ha quedado demostrado, sólo éxitos en el combate contra la enfermedad.

El sistema mente-cuerpo que está a punto de vencer un cáncer, debe saber que se está dando el proceso conveniente y que puede comenzar a generar al mismo tiempo más pensamientos positivos.

El mundo cuántico está constituido de posibilidades, no somos más que protuberancias en un campo infinito e invisible.

El mundo conocido de nuestros sentidos, de los átomos y las moléculas, no se interrumpe abruptamente, sino que hay una gradación imperceptible hacia una realidad diferente.

En algún punto incierto de esta gradación, una realidad de pronto se convierte en otra.

Dos cosas que parecen totalmente diferentes se pueden transformar la una en otra, a nivel más profundo de la naturaleza.

Los antiguos suponían que la realidad es diferente según los diferentes estados de conciencia.

El segundo aspecto que podemos conectar a la física cuántica con lo espiritual es la descripción de estas partículas subatómicas. Ellas son los ladrillos que conforman la realidad material.

Estos ladrillos están formados en su 99.999 por ciento de vacío y solamente en un 0.001 por ciento de algo que ni siquiera es sólido, pero al menos tiene propiedades medibles.

Entonces la realidad material que percibimos cambia radicalmente.

El universo conocido esta principalmente formado por infinitos cúmulos de nada, de vacíos lo cual ya había sido descrito por las tradiciones antiguas de pensamiento, incluso por la masonería que inicia sus rituales diarios con una orden "Silencio Hermanos Míos", dándonos a entender que lo primero que existe es el silencio, el vacío, la luz obscura del judaísmo, o el AUM budista que se dice fue lo que antecedió toda la creación.

La ciencia moderna pretende ser la nueva religión del mundo.

En la mente finita del hombre la evidencia derivada de la prueba y el error lo conduce al camino de una supuesta verdad que llama ciencia.

La ciencia humana no crea las cosas, simplemente las descubre y describe. Por ejemplo, la ciencia humana no invento la fotosíntesis, simplemente la descubrió y la describió.

La ciencia física y la espiritual parecen converger porque ambas son descripciones de una realidad que podemos llamar universo.

Pero la realidad que describe la ciencia física no es tal puesto que las bases de sus enunciados chocan fuertemente con lo finito, mutable y temporal del plano terrenal.

Por lo tanto sus leyes son erráticas y poco fiables.

La ciencia espiritual tiene sus bases en lo infinito, inmutable y atemporal, por lo tanto sus leyes describen el proceso de una creación sólida y real.

Hasta hace casi un siglo, la ciencia física tenía su terreno donde todo le era claro.

Se puede decir que el descubrimiento de este nivel de la realidad es la base que da a la ciencia espiritual una comprobación tangible desde la ciencia material.

Este es el mundo del alma y aunque las escuelas esotéricas promulgan la creencia en la generación y la inmortalidad del alma, la física cuántica nos lo demuestra y en eso radica su virtud.

Las características de los tres planos que componen nuestro universo y de los cuales dos ya han sido descubiertos y descritos por la ciencia física son:

Características del plano material o universo visible:

Los acontecimientos son definidos.

Los objetos tienen límites fijos.

La materia se sitúa sobre la energía.

El espacio es tridimensional y perceptible por los cinco sentidos humanos.

El tiempo fluye en una sola dirección.

Las acciones en el plano físico son finitas mutables y sujetas a extinción.

Todas las cosas tienen un principio, un desarrollo y un final.

Los organismos nacen se desarrollan y mueren.

Todo es fácilmente predecible.

Las Causas y sus efectos son estáticos.

Características del Universo cuántico:

Se manifiesta la creación.

Existe la energía.

Comienza el tiempo.

El espacio se encuentra en constante expansión desde su origen.

Los hechos son inciertos e impredecibles.

Ondas y partículas se alternan unas con otras.

Solo pueden medirse probabilidades.

Causa y efecto son fluidas, no se distinguen.

Nacimiento y muerte se suceden a la velocidad de la luz.

La información está inmersa en la energía.

Características del Universo espiritual:

Sin energía. Sin tiempo

El espacio es ilimitado y contiene un poder infinito de organización.

El todo existe en todo y manifiesta omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia.

El silencio es infinito.

El dinamismo es infinito.

La correlación es infinita.

El potencial creativo es infinito.

Todo es inmutable.

Todo es eterno.

Todo es inconmensurable.

Todo es inmortal, y se encuentra más allá de la vida o la muerte.

Todo es infinito y no causal.

(Recibido de rahmaesamar.com)

martes, 14 de abril de 2009

LA NUEVA ENERGÍA


Hace unos años en un taller que el Dr. Deepak Chopra ofreció en Argentina, compartió, con generosa sinceridad, una experiencia que vivió dictando un Seminario de tres días en su Centro de La Jolla, California.

Es sabido que el Dr. Chopra predica que todo lo que uno desea, si se dedica con fe a tratar de conseguirlo, finalmente lo obtiene.

En el primer descanso del primer día del Seminario se acercó una señora mexicana y le dijo: Dr. Chopra: yo quiero tener una entrevista de tres horas con Ud. ahora.

Él le contestó que ello no iba a ser posible porque estaban en el comienzo de un Seminario y el descanso era de sólo media hora, dado que el taller continuaba y había trescientas personas aguardando. La señora le volvió a insistir con su pedido varias veces y Deepak Chopra le contestó en cada una de esas oportunidades dando las mismas razones. Luego el Dr. Chopra se quedó en silencio y dejó que la situación sucediera.

Finalmente la señora le dijo: Lo que realmente pretendo es corroborar que lo que Ud. dice no es cierto y que uno “no consigue siempre lo que desea”. La señora lo saludó y se retiró.

Esta situación desató una sensación de mucho malestar en Chopra y lo dejó preguntándose qué aprendizaje tenía para él lo ocurrido. Por su conocimiento de que atraemos energéticamente a personas con características similares a las nuestras, tomó papel, lápiz y escribió su parecer respecto de esa señora. Así fue que hizo una lista de calificativos que le adjudicaba (impulsiva, vehemente, impetuosa y otros más).

Durante la pausa del almuerzo, se encontró con su secretaria a quien le mostró ese listado y le preguntó si él tenía algunos de esos rasgos. Su secretaria hizo silencio. Cuando a la noche regresó a su casa y le hizo la misma preguntó a su esposa Rita, el silencio fue aún mayor.

Para concluir, el Dr. Chopra nos contó que transcurrido un tiempo de ese episodio, pudo recordar a la señora mexicana con mucho agradecimiento, dado que ese incidente, que en un principio le había parecido tan inoportuno, terminó siendo una abundante fuente de aprendizajes para seguir su camino de evolución.

Qué reflexiones podemos hacer de este relato, considerando que los seres humanos somos HACES DE ENERGÍA E INFORMACIÓN:

1.- que todos estamos interconectados y que atraemos a quienes tienen rasgos parecidos a nosotros. Es por ello que lo que más nos molesta de los otros , son nuestros propios rasgos reflejados en espejo.

2.- que el poder no es avasallar imperativamente al otro, para imponer criterios o puntos de vista, sino que el único poder real que existe, está dentro nuestro para lograr nuestra evolución, sin ejercer ningún tipo de presión.

3.- que no es desafiando y destruyendo sistemáticamente al “otro” como uno construye. Los seres humanos no nos movemos empujados por las circunstancias, sino que somos atraídos por aquello que nos gusta y nos convoca.

4.- que lo que en un primer momento parece caótico o desordenado, es generalmente una oportunidad única, de re-organizar de un modo distinto, la realidad que nos rodea, dejándonos fluir, dado que lo Caótico tiene propiedades de autoorganizació n y así se podrán vislumbrar SOLUCIONES que nunca habíamos imaginado.

5.- que nuestros pensamientos determinan nuestra materia, es por ello que el OBSERVADOR con su presencia modifica lo OBSERVADO. Todas las mañanas cuando organizamos nuestro día, si nuestros primeros pensamientos están enfocados en los problemas sin resolver del “ayer”, seguramente estos se presentarán “hoy” con mayor intensidad.

6.- que el Cosmos es un organismo evolutivo, que está en expansión y en modificación constante. Es decir, no hay cosas eternas. Y éste es un poderoso mensaje para quienes estén transitando momentos duros, punzantes, tristes. Eso que hoy nos causa tanto dolor, sea del orden que fuere, va a pasar, porque nada es eterno.

Si realmente entendemos que no hay cosas eternas y que todos los hábitos y costumbres pueden modificarse, reimprimirse, nos encontramos frente a una posibilidad de cambio total.

Implica decir que no existen ordenanzas fijas que nos gobiernen ni modos únicos de vivir. La búsqueda del ser interior es infinita, es necesario dar pasitos todos los días en ese sentido.

Vivimos en la fuerza de “LA CULTURA DEL LADO DERECHO”, que está alimentada por el hemisferio izquierdo: RACIONAL, DEDUCTIVO, ANALÍTICO, LÓGICO, CRITICO.

NUEVA ENERGÍA, es saber que la crítica, no conduce a ningún lado, ya que si la crítica fuera útil, el mundo marcharía a la perfección, dado que es lo que más abunda.

NUEVA ENERGÍA es saber que nosotros construimos nuestro mundo.

NUEVA ENERGÍA es saber que para renacer, hay que morir a lo viejo, para abrirse con confianza a lo desconocido.

NUEVA ENERGÍA es saber que hay que ser activos, en nuestra autoeducación.

NUEVA ENERGÍA es saber que la represión en la emoción, conlleva a la represión en el movimiento y allí sobrevienen las molestias, los dolores.

NUEVA ENERGÍA es saber que la enfermedad, es un vínculo con la desarmonía y tal como los vínculos pueden deshacerse, la enfermedad también.

NUEVA ENERGÍA es pasar del sistema de alerta, al sistema de placer.

NUEVA ENERGÍA es ser conciente de que la vida ocurre en los lugares de desequilibrio, que cuando hay sólo equilibrio hay sólo muerte

NUEVA ENERGÍA es saber que la vida, te canta canciones que te gustan y canciones que no te gustan.

NUEVA ENERGÍA es también saber que uno puede ir al aparato de música y cambiar el CD.

NUEVA ENERGÍA ES SER CONCIENTES DE QUE SOMOS PARTE DE UN TODO, QUE ESE “TODO” SE ENRIQUECE CON LA PRESENCIA DE CADA UNO DE NOSOTROS Y QUE JUNTOS NO HACEMOS UNA SUMA, SINO UNA HERMOSA POTENCIACIÓN.

Convencidos interiormente de que existe otro mundo, tenerlo incorporado energéticamente nos permitirá influir en nuestro entorno, formando así la masa crítica que posibilitará el salto cuántico que la Humanidad está comenzando a reclamar.

Rosi German

El universo esta rodeado de buenas noticias…

Por Facundo Cabral:
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.
Además, el Universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias.
Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde….
Aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida; ahora mismo le puedes decir 'basta' al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste, la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor.
Vacía la copa cada noche, para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere.
Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.
Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.
Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente, porque toda la vida está en cada instante, pero no digas 'no puedo' ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.
Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos.
Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.
Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.
Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.
Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente.

(Tomado de la Web)